Muchos ansían con todas sus fuerzas estar presentes en el parque Porras la noche del Lunes de Carnaval, pues las reinas tableñas dan muestra del verdadero lujo que tiene cada una y los carros alegóricos son más imponentes que el resto de los otros días.
Este año no fue la excepción y ya te contamos:
Calle Arriba
Ana Victoria Castillo de Bello, soberana de Calle Arriba de Las Tablas demostró su poderío en un desfile inspirado en el Ave Fénix. Ella encarnó a la Emperatriz Cixí (fue la concubina y posterior emperatriz viuda que ejerció el poder efectivo desde el año 1861 hasta su muerte en 1908 en China, habiendo desempeñado el cargo de regente del emperador).
La creación del carro estuvo a cargo por el "maestro de maestros" Horacio Prado, al igual que Rogelio González, Ricardo Vergara, entre otras. Al ver el majestuoso carruaje de la beldad, era como transportarse al desfile del Festival de la Luz en Costa Rica, pues las piezas inmensas que tenía el carro eran alumbradas con diversos foquitos de colores, principalmente en tonos morados.
El traje de fantasía de Ana Victoria estaba bañado en oro, jade imperial, cristales verdes, etc.
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Calle Abajo (Punta Fogón Unido)
Dicha tuna mostró un carro alegórico inspirado en la Roma Antigua y sus grandes emperadores.
María del Carmen Simons Díaz lució un traje de fantasía diseñado por Ricardo Williams Zapata y Elio Saldaña tuvo que ver con los trajes de las damas. También aportaron su talento a esta magistral creación Héctor Quiñones, Frank Vergara, Robertito Villarreal González, todos son manos 100% tableñas.
El maquillaje de Simons estuvo a cargo del reconocido maquillador Toñito Domínguez, quien le colocó una serie de cristales sobre sus párpados, los cuales fueron traídos de Nueva York. ¡Mira tú!
Calle Abajo Tableño
Rita Cristal Domínguez no se quedó atrás y salió al parque en su máximo explendor con una alegoría enfocada en Sri Lanka, específicamente en el Festival Esala Perahera (fiesta del diente). Dicho evento se celebra cada verano en Kandy, capital religiosa del país, tiene una duración de dos semanas durante las que una reliquia, la diente de Buda, tiene especial protagonismo. Colores, música y espiritualidad.
El diseño del carro alegórico estuvo a cargo de Alberto D. Castro.
